Izúcar de Matamoros fue uno de los 500 municipios del país fiscalizados bajo el nuevo modelo de supervisión de la transferencia de dinero público federal a los ayuntamientos, especialmente en la aplicación del Ramo 28, y que se utiliza para programas de salud, infraestructura básica, educación y seguridad pública, entre otras acciones.

A diferencia de la pasada administración, en la cual la ASF encontró señalamientos y observaciones, el Órgano Fiscalizador Federal reconoció el trabajo del Gobierno de Izúcar de Matamoros en cuanto a:

- Combate a la corrupción.

- Transparencia y rendición de cuentas.

- Normativas para poner orden al gobierno.

- Planeación participativa y evaluación de las acciones.

- Participación ciudadana para transparentar el ejercicio gubernamental.

El gobierno izucarense 2018-2021 no tuvo mecanismos de control para evitar la corrupción; sin embargo, el Gobierno de Olea Torres desarrolla un modelo de buen gobierno que identificar riesgos, los mitiga y sanciona a los responsables.

Además, nuestro sistema consolidado de transparencia nos permitió cumplir con nuestras obligaciones contables y patrimoniales al 100 por ciento, lo cual fue reconocido recientemente por Instituto de Transparencia del Estado de Puebla.

Hoy, el Gobierno de Izúcar de Matamoros cuenta con un Manual General de Organización, es decir, la estructura orgánica y un manual por cada oficina municipal para que las y los servidores públicos tengan claridad en sus funciones, lo cual tampoco ocurría en la pasada y en ninguna de las administraciones anteriores.

La Auditoría Superior de la Federación concluye que el Gobierno de Izúcar de Matamoros, que preside Irene Olea Torres, ha realizado acciones para la implementación de un control interno fortalecido.