Mi hijo está en coma; justicia para Miguel García
A través de la plataforma change.org, Miguel Ángel García Silva pide no sólo justicia para su hijo que está en coma y se debate entre la vida y la muerte luego de ser atropellado por un vehículo tipo razor; demanda que estos autos sean regulados.
Aquí la historia:
En la noche del 15 de septiembre de 2022, mi hijo Miguel García fue atropellado por un vehículo tipo razor en Puerto Vallarta. El responsable huyó de la escena y dejó a mi hijo de 11 años luchando por su vida.
Mi hijo cruzaba en una calle principal y sobre el cruce peatonal marcado en el asfalto, algunos autos se detuvieron dándole el paso; pero el responsable ignoró los señalamientos y atropelló a mi hijo con tanta dureza que hoy mi hijo se encuentra grave en el hospital. Miguel tiene todo su cuerpo lastimado, con contusiones, múltiples fracturas de cráneo, costillas, fémur, clavícula y está en coma inducido por parte de los doctores; aún no podemos saber si existe un daño cerebral y la espera es tortuosa.
El tipo de vehículo que atropelló a mi hijo no es el único que se encuentra por las calles de Vallarta y su tránsito aumenta cuando se da un festival local conocido como VALLARTAZO. Este festival no tiene ninguna regulación o fecha establecida y los vehículos viajan a exceso de velocidad por las calles sin sanción alguna. A la par, muchos de estos vehículos NO poseen la documentación correspondiente ¿cómo se les permite transitar sin todos los requerimientos?
La mala regulación de este evento y estos vehículos y el poco cuidado de las autoridades viales con los transeúntes durante estos eventos resultaron en la tragedia que hoy vive mi hijo y mi familia. Es por ésto que hoy exijo una exacta aplicación del reglamento vial y la ley para la posesión y circulación de vehículos tipo Razor y la suspensión permanente del evento denominado VALLARTAZO.
Agradezco infinitamente a todas las personas que nos apoyan ahora que estamos padeciendo el dolor de ver a nuestro hijo en estado de coma, batallando por su vida, nos han refrendado su apoyo moral mediante sus oraciones desde sus casas.