¡Él no se aventó! Justicia para Alan
Los responsables de esta institución insisten que quiso escapar aventándose de un tercer piso pero ¡la escena no concuerda con la versión que nos dieron!
El cuerpo de Alan estaba dentro de una camioneta, golpeado y mojado, por ello sus familiares exigen una investigación profunda de los hechos y un juicio para todos los responsables, es por eso que recaban firmas a través de la plataforma change.org
Esta es la peticiíon dirigida, entre otros, al Fiscal Gilberto Higuera Bernal.
Hace unos días Alan fue ingresado a un centro de rehabilitación de manera voluntaria en Amozoc, Puebla; pero a los cinco días, Alan fue entregado muerto a sus familiares sin explicaciones congruentes y con amenazas por parte de los responsables del establecimiento.
El día 24 de octubre, Alan ingresa al centro de rehabilitación de manera voluntaria. A los dos días, su madre pasa por el lugar para dejarle productos de higiene para su estancia y lo nota algo triste.
Días después, el encargado del lugar llama a su madre para decirle que Alan tiene una infección y que necesita de un medicamento; por lo que su mamá se dispone a pagarlo; sin embargo, a las dos horas de esa llamada, se le comunica que su hijo está muerto. La única explicación fue que Alán trató de huir y se aventó de un tercer piso; por lo que perdió la vida al instante.
Todos sus familiares y amigos corrimos al establecimiento y lo que encontramos fue a Alan dentro de una camioneta, mojado y con múltiples moretones en el cuerpo. Su cuerpo aún estaba caliente. Quisimos hablar con algún responsable del lugar pero nadie nos recibió ¿Qué hacía Alan en una camioneta si se había aventado? ¿Por qué estaba mojado? Las dudas sobre la historia que nos dieron no tardaron en aparecer.
Una de las primeras cosas que notamos es que nadie había llamado a la policía o alguna ambulancia. Decidimos marcar nosotros y desde ahí empezamos a notar la apatía de las autoridades. La policía auxiliar nos dijo que debíamos llamar a la policía municipal, y ellos nos dijeron que nosotros debíamos ir por la patrulla. Seguimos las instrucciones mientras las horas transcurrían.
Al llegar con la policía, tuvimos que esperar a una ambulancia; ésta llegó ¡7 hrs después! para sólo notificar que efectivamente ya no presentaba signos vitales. El peritaje tardó aún más. Una vez que el perito resguardó la zona y analizaron la situación, concordaron en que la situación no era congruente con la historia que habían proporcionado los responsables del anexo, y al hablar con una criminóloga que examinaba el cuerpo, nos mencionó que los golpes del cuerpo no eran moretones, eran livideces por la posición en la que estaba el cuerpo y que ella no veía el cuerpo mojado, ¡cuando claramente estaba empadado!
Nada tenía sentido. El establecimiento no tenía tres pisos, el cuerpo de Alan no se veía fracturado, en el asfalto no había sangre. Nada indicaba que Alan se hubiera aventado.
Las investigaciones siguieron en el Ministerio Público; el oficial que nos atendió nos dijo que la necropsia arrojó que Alan falleció debido a un golpe cráneo pero que aún faltaba por investigar. Nos dijo que, de acuerdo a las declaraciones, Alan había escapado de la clínica, corriendo hacia la carretera, y que una vez en la carretera lo subieron a la camioneta para llevarlo de nuevo al anexo. Y una vez ahí, él pidió un vaso de agua que se le cayó encima ¡Un vaso de agua no te empapa todo el cuerpo! ¡Esta versión ni siquiera fue la que nos dieron a nosotros!
Todas las versiones carecen de sentido y nosotros merecemos la verdad. Tenemos derecho a saber qué sucedió y cómo fue que falleció. Todo el procedimiento de la clínica fue irresponsable, ¿por qué no llamaron a la policía inmediatamente? ¿por qué lo pusieron en una camioneta si había muerto en el suelo? ¿Por qué cambiaron la versión de los hechos?
Lo peor de todo es que NO hay ningún detenido de este establecimiento, siguen laborando otras clínicas que tienen y no hay repercusión alguna, pero a nosotros nos dejan un hueco e hijos sin un padre.
Es por eso que exigimos a las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Puebla que se investigue arduamente y de manera transparente lo que sucedió con Alan.Que se responsabilice a los operadores de esta clínica y NO se les permita crear nuevos establecimientos de rehabilitación.
A la par, exigimos a las autoridades legislativas la creación de leyes que regulen mejor estas instituciones y protejan a todos los pacientes. En estos lugares se vulneran los derechos constantemente y NADIE hace nada. No podemos permitir que se siga violentando de esta manera. Nadie merece pasar por situaciones así. #JusticiaParaAlan
Si alguien puede darnos y desea darnos asesoría legal contáctenos a: [email protected] ¡Gracias por todo el apoyo!