Stich, un fiel compañero de cinco años de edad, llegó un día a la colonia Lomas del Poniente en Chilpancingo, Guerrero donde encontró compasión y cuidado por parte de los vecinos, le brindaron alimento y lo bañaron. Stich encontró en la bondad de la comunidad su refugio y cariño. Sin embargo, el pasado fin de semana, su vida dio un trágico giro.
Presuntamente, el dueño de una panadería lo golpeó brutalmente dejándolo con heridas internas, lesiones en el cráneo y las patas, así como la pérdida de varios colmillos. ¿Cuál fue el supuesto motivo? Que Stich entró en el establecimiento y “robó” un pan para calmar su hambre.
El dueño de esta panadería y sus familiares agregaron infundadamente que Stich intentó morder a un niño, lo cual carece de pruebas y parece un intento de desviar la atención de la verdadera atrocidad cometida. La justificación del dueño no puede ser aceptada bajo ninguna circunstancia. Nada justifica la violencia hacia un ser vivo y mucho menos hacia un animal indefenso.
Después de los actos tan crueles por parte del dueño, los testigos socorrieron a Stich y lo llevaron inmediatamente al veterinario para que recibiera atención médica, pero después de cuatro días, Stich murió debido a las graves heridas.
Es por esto crucial que exigimos a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero que se lleve a cabo una investigación exhaustiva y se apliquen las sanciones correspondientes al responsable de esta crueldad innecesaria. Los animales merecen ser tratados con dignidad y compasión, y es nuestra responsabilidad como sociedad garantizar su bienestar.
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