Tras lamentar que México se ubique entre los primeros lugares en corrupción a nivel mundial, la Rectora María Lilia Cedillo Ramírez aseguró que la BUAP trabaja arduamente en la erradicación de este mal. Tal es así que 38 dependencias administrativas recibieron las certificaciones ISO 9001 y 37001 relativas a los sistemas de gestión de calidad y anti-soborno, respectivamente. Esta Casa de Estudios es pionera entre las instituciones de educación pública del país en certificación anti-soborno.
“Trabajamos por una universidad que cumple su cometido en materia de transparencia. Estas certificaciones demuestran que todos podemos cumplir y hacer; además de poner el ejemplo a nuestros estudiantes, porque en la medida que funcionarios y dependencias tengamos una conducta intachable, esto será tomado como una forma de vida. Eso debemos hacer en cada dependencia, escuela y facultad”, aseveró.
Durante la entrega de estas certificaciones, en compañía de la directora de Aseguramiento de la Calidad Administrativa, Nancy Meza Ulloa, la Rectora de la BUAP Lilia Cedillo expresó su reconocimiento al personal administrativo: “Ustedes son los auténticos líderes y quienes sostienen a nuestra institución; son los más comprometidos y ponen el ejemplo al resto de los universitarios. Por eso es importante su trabajo en las dependencias, las cuales están preocupadas y ocupadas en estos temas”.
En su intervención, José Jaime Vázquez López, vicerrector de Docencia, señaló que el mayor recurso de una organización son sus personas. “En función de ello debemos trabajar y colaborar para fortalecer la cultura de la evaluación y transparencia, y hacer de la rendición de cuentas un proceso de responsabilidad y retroalimentación para la toma de decisiones, con el fin de que la universidad sea mejor, brinde certidumbre a los estudiantes, perspectiva de desarrollo a los administrativos e impulso a los docentes”.
Asimismo, comentó la necesidad de ver a los sistemas de calidad de manera transversal. “Tenemos que asumir un enfoque apropiado para nuestra misión, integrar herramientas tecnológicas y de innovación para tener un sistema eficiente y coherente”.
Por su parte, Julio Galindo Quiñones, coordinador General Administrativo, reiteró su compromiso por certificar al 100 por ciento de las dependencias de la institución e incorporar en este proceso a las 44 unidades académicas. Actualmente cuatro facultades y tres institutos están en capacitación sobre gestión de calidad. “Que no sea sólo un tema por cumplir o llenar documentos, sino que en la toma diaria de decisiones lo reflejemos con un orden y control. La calidad se demuestra a diario”.
Dado que la universidad recibe recursos federales y estatales, indicó la importancia de reflejar la transparencia de los procesos administrativos. “Sería omiso de nuestra parte no tener estas certificaciones. Si somos pioneros, hay que reflejar la transparencia diariamente”.
Estas certificaciones también -dijo- sirven como autoevaluación y permiten aproximarse a las metas planteadas. “Una educación de calidad significa promover e innovar en ámbitos administrativos y académicos con un sólo objetivo: mejorar los niveles de certidumbre, confianza y satisfacción”.
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